Cada botella de vino es única y encierra un producto irrepetible que hay que poner en valor. En eso juega un gran papel la etiqueta. Encontrar la adecuada en cada caso y con la máxima calidad es esencial para que tenga éxito.
Una etiqueta con un diseño acertado, que incluya toda la información del producto y esté bien diseñada, fabricada e impresa aportará al vino el valor añadido que necesita.
Mucho más que un elemento decorativo
Las etiquetas personalizadas para botellas de vino son mucho más que simples elementos decorativos. Presentan el vino y representan la marca. Son cruciales en la percepción de los consumidores y, por tanto, en la toma de decisiones a la hora de comprar o no comprar.
Para cualquier bodega y elaborador de vino, es básico tener en cuenta no sólo la importancia que tiene etiquetar las botellas, sino la importancia de hacerlo bien. Esto significa encontrar la adecuada en cada caso. El éxito de las ventas no depende únicamente de tener un producto de calidad, también es necesario que destaque y que reproduzca exactamente lo que contiene la botella.
Estas son las principales razones por las que las etiquetas son tan importantes para las botellas de vino:
- Diferencian la marca. Cada bodega tiene una historia que explicar, unos valores que representar y una identidad exclusiva que mostrar. En un sector tan diversificado y competitivo como el del vino, es imprescindible destacar. Al hacerlo, además de distinguirse de la competencia, se atrae la atención de los consumidores.
- Dan información sobre el producto. Una buena etiqueta debe informar de manera efectiva. No sólo sirve para personalizar la marca o incluir el código de barras. Puede incluir detalles sobre la historia de la bodega, el viñedo, el país y la región donde se encuentra, la denominación de origen (si la tiene), el tipo de uva empleado, la capacidad de la botella, el nombre del embotellador, el grado alcohólico…Todos estos datos, y otros, ayudan a los consumidores a conocer la marca y conectar con ella.
- Reflejan la calidad. Una etiqueta bien diseñada refleja la calidad y la artesanía del vino contenido en la botella. Los consumidores a menudo relacionan una etiqueta atractiva con un producto de alta calidad.
- Fidelizan clientes. Fortalecen la relación entre la marca y los consumidores. Los compradores identifican el vino a simple vista y, si les gusta, lo tendrán presente en el futuro.
- Ayudan a la promoción. Son una efectiva herramienta de marketing. Pueden incluir datos de la empresa e información de contacto, códigos QR, redes sociales y otras llamadas a la acción que faciliten la participación del cliente y la promoción de la marca.
Conseguir la máxima calidad
Una mala etiqueta desvaloriza un vino, por bueno que sea. Si se quieren obtener las etiquetas personalizadas para botellas de vino idóneas, no hay que olvidar usar los mejores materiales y la mejor impresión.
De este modo se evitará que aparezcan arrugas o burbujas, o que los bordes se levanten. Es algo habitual, en especial en botellas sometidas a bajas temperaturas o a humedad, o que se sumergen en hielo, como las de vino blanco o rosado. También acostumbra a difuminarse el texto y la imagen, dificultándose la lectura. Y en casos extremos termina por despegarse. Todo esto da una mala imagen a la botella y hace que, inconscientemente, el comprador la rechace.
La clave para que la etiqueta permanezca intacta depende de la calidad. Las opciones son numerosas, tanto de estilo como de texturas, sistemas de impresión, tintas y acabados. Los vinos, en especial si son de buena calidad, deben exhibir etiquetas profesionales que estén a su altura. Llama al tel.: 93 241 80 80, mándanos un correo a: er@etiquetasrapidas.com o, si lo prefieres, rellena un sencillo formulario: https://www.etiquetasrapidas.com/contacto
